Mendigo Castigo padre, experto en desapariciones, después de casi una decada, apareció. Tocó la puerta, varias veces, y cuando llegaba a la tercera vez, la de la excusa para irse, abre Mendigo.
- ¿ Y papá?
- Mendigo, hijo mío, ahora que has crecido, he venido porque tengo buenas nuevas para ti - le dijo mirándolo a los ojos.
- Mi mamá no está.
- Eso es bueno, porque sólo quiero hablar contigo. ¿Habrá comida para tu exhausto padre?
Se sentaron en el comedor de la cocina. Ni Mendigo, ni su papá, sabían nada de calentar la comida.
- Así no más papá. Ya se acabó todo.
Mirando detenidamente la cocina, hace una observación:
. Veo que a tu madre y a ti les va bien. Eso me hace sentir muy orgulloso de ustedes. Sigan así. En cuanto a lo de los alimentos, no te preocupes hijo, sentir hambre me hace más sublime como hombre- mirando al vacío, tomó aire con abnegación, y siguió - Mendigo, te preguntarás dónde he estado todo este tiempo.
- No.
- Vengo a saciar tus preguntas e inquietudes, pero quiero que sepas que todo ha sido por un buen fin para ti. He estado trabajando.
- ¡Ay no!
- Pero ha llegado el momento de que extienda mis alas y busque nuevos horizontes. El mundo todavía está privado de mi ingenio y talento. Es por eso que vengo a delegarte el negocio familiar.
- ¡¿ Tienes una banda, con instrumentos?!
- Mejor aún. Escucha detenidamente en qué consiste, para que te familiarices, y puedas tomar el mando: Desde el lunes, a las 8 de la mañana, hay que ir a kuild lodjgo diesn, diankdof, kdognn, dihkolokl kkvhdpas dfkhik kfivjkldsjfls, doiasfj. Tkdsfja, dfjasfns, voasfn jsdfiasnfl.faspfsnmfls lfasjfnsf. kuild lodjgo diesn, diankdof, kdognn, dihkolokl kkvhdpas dfkhik kfivjkldsjfls, doiasfj. Tkdsfja, dfjasfns, voasfn jsdfiasnfl.faspfsnmfls lfasjfnsf .. y cada quincena te pagan. - es todo lo que Mendigo oyó.
- Ya... Papá, mi mamá siempre anda gritando de que le debes una plata de mi comida, desde que soy chibolo. Págale pues, porque me anda cobrando.
- Mendigo, hijo, hace ya un tiempo que mi mente despegó de las vanalidades de la vida. El dinero no lo es todo. Dile eso a tu madre, que se relaje, que respire profundo, que camine, que busque lo que más vale en la vida, el hogar, los amigos, un atardecer en la playa ...- y se quedó mirando al vacío. Sólo su papá tenía ese efecto en Mendigo, desde sus adentros le sacaba la pregunta,
- WHAT???
- Hijo, debo retirarme ya. No es de gentes alturadas hacer abuso del tiempo de visita. El lunes a las 8, es tu cita con el destino. Hazme orgulloso hijo, trabaja mucho, sé como yo - Y ¡buu!, una vez más desapareció, dejando una estela de luz al cerrarse la puerta.
La mamá de Mendigo, sintió esa extraña presencia que le hacía recordar su juventud, y el desafortunado momento en que conoció a quien fuera su martirio, Mendigo Castigo Papá.
- Este ha estado acá. Lo puedo oler. ¡MENDIGOOOOOOOOO! ¿Le cobraste lo de tu comida?
- Sí... no tiene... ¡Má, tengo hambre!
El lunes llegó, y a las 8 de la mañana, ni Mendigo, porque es de madrugada, ni su papá, porque se le olvidó, aparecieron en el lugar citado. Piña pues, adiós negocio familiar.
clb
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